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lunes, 27 de mayo de 2013

Nuevas Opciones para tratar la acidez estomacal

La acidez puede ser dolorosa y hasta producir cáncer, nuevos tratamientos, medicamentos y opciones quirúrgicas ayudan a aliviar el dolor


Casi todo el mundo ha padecido de ardor en el estómago y la garganta luego de una comida particularmente abundante. La mayoría de las veces, los síntomas pueden atribuirse al exceso y desaparecen sin complicación en una hora. Incluso tomar un antiácido sin receta puede ayudar. Los cambios en la dieta, reducir de peso si está sobrepeso, evitar el alcohol y dejar de fumar, y evitar la siesta después de la comida, por lo menos por tres horas, pueden ser remedios caseros simples para aliviar la quemazón.
La enfermedad de reflujo gastroesofágico (GERD, por sus siglas en inglés) dificulta tragar y provoca una molestia crónica en la garganta y el pecho. Si no se trata, el reflujo gastroesofágico poco a poco va destruyendo la cubierta del esófago y daña la función de la válvula del esfínter del esófago que ayuda a que el ácido gástrico no llegue al área de la garganta. En algunos casos, las personas con reflujo son diagnosticadas con cáncer del esófago. La hernia hiatal o de hiato que sucede cuando un trozo de estómago se mueve hacia el tórax, puede también causar reflujo.
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Los avances en las técnicas quirúrgicas, como la robótica y los estudios tridimensionales de alta resolución, junto con numerosos medicamentos, pueden tratar y curar la condición antes de que provoque cáncer. Se cree que un 25 por ciento de la población de Estados Unidos sufre de esta enfermedad. El problema sigue en aumento, dice la Dra. Pamela Garjian, directora de la división de endoscopía del Baptist Health en Miami.

“La obesidad es un riesgo significativo y Norteamérica se está tornando cada vez más obesa. Nuestro estilo de vida no permite el reposo, comemos más tarde en la noche y, cuando salimos a comer, ingerimos mayores porciones. Todo ello supone factores de riesgo para el reflujo”, dice Garjian.
El hecho de que la población que representa la tercera edad haya crecido tiene también que ver con el aumento del reflujo gastroesofágico, dice el Dr. Jamie Barkin, director de gastroenterología de Mount Sinai y profesor de medicina en la Universidad de Miami.
“Están tomando medicamentos que afectan el esófago”, dice Barkin, como son los analgésicos comunes para la artritis tales como antiinflamatorios no esteroides para aliviar el dolor de la artritis, como el ibuprofen o naproxen, y los bifosfonatos como Fosomax para la osteoporosis.
La condición es conocida como esofagitis inducida por medicamentos, dice Barkin, e impacta a personas de todas las edades.
Las mujeres jóvenes que son anémicas durante los años reproductivos, frecuentemente consumen suplementos de hierro y los adolescentes jóvenes que sufren de acné toman medicamentos para tratar los brotes. Después de un entrenamiento deportivo fuerte que produce dolor, los atletas toman analgésicos para aliviar el dolor. Todos estos grupos pueden experimentar reflujo causado por las drogas y los suplementos. “Todos estos analgésicos o suplementos atacan el esófago”, dice Barkin. “Por lo tanto si tiene síntomas de reflujo o acidez debe decirle a su médico qué pastillas está tomando”.
Normalmente cuando se ingieren alimentos estos bajan por el esófago hasta el estómago donde los ácidos descomponen la comida para que pueda ser digerida. El músculo del esfínter esofágico inferior en la entrada del estómago, una válvula con aleta, está supuesto a actuar como una puerta y debe cerrarse después de que pasa el alimento. Así se mantiene el ácido gástrico donde corresponde y lejos del esófago. Cuando este sistema se descontrola, el ácido hierve hacia arriba, desde el estómago hasta la garganta, un caso clásico de acidez, provocando una sensación caliente que rodea el esternón e irradia a la garganta.
Opciones de estudios
Algunas personas confunden los dolores de pecho provocados por la debilidad en las paredes del músculo del esófago con los síntomas de un ataque al corazón, como fue el caso del dirigente de fútbol de la Universidad de Florida, Urban Meyer, quién le puso una cara pública a esta condición en el 2010 después de sufrir dolores de pecho. Finalmente, fue diagnosticado con espasmos esofágicos que causan el dolor, dificultad al tragar y regurgitación, dice el Dr. Baharak Moshiree, profesor de medicina en la Universidad de Miami.
Sin embargo hay estudios que pueden detectar los problemas esofágicos. La manometría esofágica de alta resolución y la anorectal tridimensional utilizan la topografía de color para ver y medir todas las áreas del esófago según se contraen”, explica Moshiree. “Podemos ver los músculos completos desde el esófago superior hasta la parte baja del esófago. Podemos observar si las anormalidades se encuentran en la parte superior o en la parte inferior.
Si el ácido del estómago está llegando al esófago, la tecnología de impedancia pH, utiliza una sonda que mide la acidez en el esófago. Este estudio dice cuántas veces un paciente tiene episodios y por cuánto tiempo está la acidez en el esófago”.
En esta prueba el paciente lleva un catéter por 24 horas y regresa a la oficina del médico al día siguiente para ser evaluado.
La cápsula Bravo es otro monitor de pH de creciente popularidad, especialmente utilizada en pacientes jóvenes que pueden tener problemas verbalizando adecuadamente cuán frecuente están sufriendo de dolor, dice el Dr. Jesse Reeves-García, director de la división de gastroenterología del Miami Children’s Hospital y profesor clínico de pediatría en la Escuela de Medicina Herbert Wertheim de la Universidad Internacional de Florida.
El sensor Bravo mide la frecuencia y duración del lavado de ácido desde el estómago hasta el esófago durante un período de dos días. La cápsula, que parece una goma de borrar, se lleva al esófago a través de la boca y se pega a la pared del esófago. Un sensor trasmite información a una computadora a través de frecuencia radial para ser analizada por un médico. La cápsula sencillamente pasa a través del tracto gastrointestinal y se elimina en 48 horas a través de la excreta.
Los adultos pueden tragarse la cápsula; en algunos casos, los niños son anestesiados por unos 10 minutos para la inserción, dice Reeves-García.
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Opciones quirúrgicas
Keith Tyler no parecía ser un candidato para padecer de reflujo gastroesofágico. A los 68 años, el profesional de ventas y mercadeo de Homestead, se ha mantenido en forma jugando al tenis por 40 años y se considera “un hombre fuerte”.
Pero Tyler tuvo que someterse en mayo a una cirugía en el Hospital Baptist en Miami para reparar una hernia hiatal y tratar el reflujo. Una hernia hiatal ocurre cuando el diafragma se separa del pecho permitiendo que el estómago se mueva hacia el diafragma y dentro del pecho. Este desplazamiento permite que el reflujo de los ácidos gástricos suban al área del esófago. Esta condición puede aumentar la presión sanguínea porque la posición incorrecta ejerce presión en los órganos internos, como el caso de Tyler.
“Noté que mi estómago se distendía terriblemente al punto en que parecía una mujer en su tercer trimestre de embarazo”, dice Tyler riendo. Pero en aquel entonces no era gracioso.
“No sabía lo que era, pensé que eran gases pero tenía la presión sanguínea alta y un reflujo terrible, al punto que no podía acostarme. Estaba en la computadora hasta las 4 a.m. porque no podía estar en una posición horizontal”.
No importaba lo que Tyler comiera, sufría la quemazón.
Los médicos determinaron que era necesaria la cirugía. El procedimiento de fundoplicatura laparoscópica une la parte superior del estómago con la parte inferior del esófago para reforzar el músculo del esfínter. El Dr. Anthony González, Director de cirugía del Baptist Hospital en Miami, pudo realizar la cirugía en Tyler utilizando uno de los nuevos avances, la visualización robótica tridimensional. Los instrumentos de este método son ergonómicos y permite a los cirujanos un campo de visión considerablemente amplio con un movimiento de 360 grados.
“Esto nos permite hacer operaciones grandes y complejas de una forma más simple y mínimamente invasiva”, dice González.
La reparación de la hernia hiatal se puede lograr con cuatro incisiones de un cuarto de pulgada hechas robóticamente y, en algunos casos, con una sola incisión. Ambas opciones permiten menos complicaciones y una recuperación más rápida.
“No he tenido más reflujo desde entonces”, dice Tyler. Sólo sufrió alguna molestia inmediatamente después de la operación, comenta.
“Te llenan con gas para poder ver lo que están haciendo y este gas sólo puede reabsorberse a través del tejido, de manera que tarda varios días en absorberse en la corriente sanguínea. La operación se hizo un día y al próximo ya estaba afuera”, dice.
Al dar de alta a los pacientes se les indica que consuman alimentos fácil de digerir como sopas y otros alimentos suaves. “Yo sólo cometí un error”, dice Tyler. “Como estaba tan cansado de comer sopa me comí cinco pedazos pequeños de un filete que había preparado mi esposa. Fue increíblemente doloroso y aprendí la lección”.
González también considera la fundoplicatura transoral sin incisión para algunos pacientes con hernias hiatales pequeñas. Esta opción quirúrgica utiliza el dispositivo Esoph X que se inserta en el cuerpo a través de la boca en vez de a través de una incisión abdominal, y permite un movimiento de 270 grados, dice. “La recuperación es rápida. Con una estadía de una noche en el hospital, usualmente para controlar las náuseas”, comenta.
El método transoral para tratar el reflujo gastroesofágico manipula los pliegues del tejido, o placations, para formar una válvula de reflujo más fuerte en la unión gastroesofágica.
La ablación del esófago para tratar el síndrome de Barrett (cambios anormales en las células del esófago), es otro procedimiento mínimamente invasivo y ambulatorio que remueve las capas externas dañadas de la mucosa del esófago que pueden poner al paciente en riesgo de desarrollar cáncer. Durante la ablación, se calienta el tejido, matando las células no deseadas que recubren el esófago.
“Barrett es un precursor del cáncer”, dice el Dr. Barry Migicovsky, director de gastroenterología en el Memorial Regional en Hollywood. “El cáncer debe ser detectado relativamente temprano para poder hacer una endoscopía, sacar el tejido, y realizar la ablación de radiofrecuencia para remover las células anormales. Una vez erradicamos, los pacientes de Barrett tienen que usar medicamentos indefinidamente, si no, este ciclo comenzará nuevamente”.
Opciones de medicamentos
Las mejores opciones de tratamiento de medicamentos actualmente son conocidas como inhibidores de bomba de protones (PPI, por sus siglas en inglés) tales como Nexium, Dexilant y Prilosec, dice Garjian. “Los medicamentos por lo general son efectivos y trabajan muy bien”. Pero el uso prolongado puede aumentar las posibilidades de osteoporosis al interferir con la absorción de calcio y vitamina B12.
“Todavía no sabemos qué otras vitaminas pueden también afectarse”, dice Garjian, añadiendo que los cambios en estilo de vida, como dieta apropiada y ejercicio, pueden ser la mejor opción para alejar el reflujo.
“Eso lo elimina en algunas personas, así que las modificaciones del estilo de vida son muy importantes”.
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Fuente: http://www.elnuevoherald.com/2012/09/15/v-fullstory/1298747/nuevas-opciones-para-tratar-la.html


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